Las suaves notas golpeaban la orilla de mis recuerdos. Los primeros indicios, el contacto previo, la salida fácil y el momento indicado caían en forma de atardecer, solo hay uno por día y estoy agradecido por esto. Las 9:21 de la mañana me ubicaban en las 3:09 de una tarde, una madrugada o tal vez una noche, que me decía cínicamente que lo que pasaba era lo que más adelante me mataría por dentro. “No hay un lugar para mi, para ti” Solo rebotaba en mi cabeza esta canción, podrían pasar años y siempre estaría ahí.
La memoria fotográfica funciona cuando menos la necesito, cuando estoy lejos y mis pensamientos me llevan a su imagen en marco de madera tallada. Se ve tan hermosa como el anuncio de cerveza frente a mí, debo hacer la comparación porque ella es la razón para esta temprana tertulia acompañada por licor.
Nota: Los recuerdos están en tungsteno porque la hipotermia era compartida, las luces urbanas se veían azules y la neblina adornaba mi panorama.
viernes, 18 de febrero de 2011
martes, 15 de febrero de 2011
relatos escasos 4
Bajo el radar.
Dejé mis pocos recuerdos sanos en su maleta, en esa que también contenía mi pequeño corazón convertido en cenizas.
Nota: a 8 cuadros por segundo compartí la noción de no ser un ave fénix.
Acostado sentí las palabras quemándome.
Dormir.
¿Con que frecuencia mueres? –Cada noche, alrededor de unas 2 horas.
Nota: No consideré tener en cuenta las pesadillas porque son pedazos de mi realidad que prefiero pasar como el siguiente track.
Espero no alucinar recuerdos ausentes.
Dejé mis pocos recuerdos sanos en su maleta, en esa que también contenía mi pequeño corazón convertido en cenizas.
Nota: a 8 cuadros por segundo compartí la noción de no ser un ave fénix.
Acostado sentí las palabras quemándome.
Dormir.
¿Con que frecuencia mueres? –Cada noche, alrededor de unas 2 horas.
Nota: No consideré tener en cuenta las pesadillas porque son pedazos de mi realidad que prefiero pasar como el siguiente track.
Espero no alucinar recuerdos ausentes.
domingo, 13 de febrero de 2011
Sonrisa prestada
“sonríes como si nada pudiese tocarte, como los más profundos bloques de hielo que saben que no van a derretirse, los que juran ser eternos y por eso viven cada día con tranquilidad; así sonríes. Como si aquellos bloques diferenciaran entre el mal y el bien, en el fondo no lo hacen son solo bloques de hielo. Intocable sonríes, elevada por el tiempo y sus ridículas maneras de demostrar que le importamos. Sonríes así porque en algún momento fuiste mi pasado, solo no me di cuenta. No me sonríes directamente porque sabes que puedo determinar mi respiración con ciertos momentos, allí cambiaría drásticamente a vivir. Sonríes en veces impares, en noches de media luna, en películas con horrible argumento o tal vez en días grises como las cortinas que se calman en el fondo de mi cabeza”.
martes, 8 de febrero de 2011
relatos escasos 3
Represión.
Y fue así como me trague todo lo que sentía, porque era más fácil llorar en un silencio propio que en una mujer prestada.
Nota: 8 a.m. para una cerveza, aquí devolví el tiempo.
La serenidad la obtuve de un paquete de cigarrillos y dos cervezas, estos ayudan a que el peso del alma se aliviane.
Carretera destapada.
En los inmundos paisajes que me rodeaban encontré formas singulares que recordaban tu sonrisa.
Nota: Estuve cansado y las piernas decidieron ceder ante la presión de la botella.
Muerto en la carretera a 150km.
Y fue así como me trague todo lo que sentía, porque era más fácil llorar en un silencio propio que en una mujer prestada.
Nota: 8 a.m. para una cerveza, aquí devolví el tiempo.
La serenidad la obtuve de un paquete de cigarrillos y dos cervezas, estos ayudan a que el peso del alma se aliviane.
Carretera destapada.
En los inmundos paisajes que me rodeaban encontré formas singulares que recordaban tu sonrisa.
Nota: Estuve cansado y las piernas decidieron ceder ante la presión de la botella.
Muerto en la carretera a 150km.
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