martes, 14 de junio de 2011
¿y tu de que te ríes?
Hoy era el día perfecto para decirle que escapara conmigo, mi voz simplemente se congelo en la ironía que persigue este clima caliente. El sol daba lo mejor de sí, parecía desquitarse con la calle, con las casas y con las personas. “La malparidez” como la llamaba mi tía se convertía en el lenguaje oral de los transeúntes. ¿Imaginas esos pequeños cerebros intentando entender por qué hace una semana no paraba de llover y ahora solo añoran unas gotas de lluvia? Sé que no lo haces, nada pierdo con intentar. La siguiente pregunta fue para mí, no la conteste porque me parece estúpido que digan: que calor ¿No? He estado cansado, aburrido ante todo, es solo eso, aburrimiento, ese sol debería atacar cuando no debes salir a la calle, cuando el bus no está lleno o cuando simplemente tienes una piscina al frente. A veces es un alivio ver sus rayos, me gusta cuando se reflejan en sus ojos, aunque prefiero la sombra y la lluvia, sus ojos con la cantidad adecuada de luz solar no los cambio por nada.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario