martes, 3 de mayo de 2011

Belly

Me despedí como normalmente lo hago, me despedí de beso, de apretón de manos, de abrazo. Sin ganas continúe una carrera que sabía que iba a perder, sin ganas, sin ganas:
“Lloras como si hubiesen pequeños lagos alrededor de hermosos bosques, estos, adornados de lucecitas que supongo son fogatas o luciérnagas, así son tus ojos; llenos de detalles los calqué en mi alma, en la pared principal del cuarto principal de mi cabeza. Lloras como si no existiera posibilidad para un mañana porque sabes que es como morir y volver a nacer y morir y nacer. Como en otra época no pudiste llorar lo haces ahora a mi lado; porque allá nunca hubo una situación cómoda para hacerlo, porque es ahora o nunca, porque los clichés pueden crear falsos prototipos, pero tus lágrimas crean únicas formas de ver las miserables cosas que nos rodean”.

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