domingo, 25 de abril de 2010

tarde

Es esa lluvia un tanto mediocre la que me disgusta, ahora comienza a caer un poco más fuerte y mientras en mi mano izquierda hay una bolsa con dos cervezas, la tarde de domingo la veo a través de unos lentes un tanto empañados que enfocan hacia un partido de futbol de ligas menores. Están en el momento de los tiros penales, no pueden pasar de los diez años, los padres miran desde una especie de balcón el espectáculo; alguno grita para aumentar la presión de unos pobres niños que solo pensaban en jugar por afición, jamás pensaron en las consecuencias de cargar con las frustraciones de un grupo de padres de familia que seguramente no tienen idea de lo que pasa bajo la lluvia. A mi, el tipo de la bolsa de supermercado que sostienen dos cervezas, me importa media cascara de naranja el panorama. Consigo distraerme cuando algún padre en el balcón grita que todo depende del arquero, pobre, pequeño, mediocre de camiseta larga y medias verdes arquero que jugaba solo por la emoción. El arco debe ser al menos diez veces mas grande que él, el balón lo destrozará con solo pensar en evitar el gol, las gotas se confunden con la textura del viejo guante, una bendición mental y la humillación esta completa.
Continúo caminando porque la muerte lenta de una autoestima joven no es de mi agrado. No me gusta la lluvia mediocre, me gusta esa lluvia que tiene carácter y que deja entrar el frio como una buena cerveza a las 2:09 de una tarde de domingo. El sol puede ser tan mediocre como desee, puede esconderse bajo las nubes y quedarse allí cuanto tiempo sea necesario, puede ser opacado por hermosas nueves grises que varían en tono. Ese sol puede suicidarse si eso necesita el día para no ser patético. Tal vez el del error soy yo y los demás tienen la razón, tal vez todo lo veo al revés y los simios entrenados tienen la razón encerrados en sus pequeñas burbujas de basura caliente. Tal vez la solución este en ser como ellos, o tal vez ese pequeño de medias verdes y guantes gastados fallo el tiro con intención, tal vez la cerveza a esta hora del día no sea recomendable y tal vez, solo tal vez la estupidez llego a un punto que compara la mediocridad con el deseo de verla una vez mas. Es solo una suposición, siempre pensaré que la bolsa de basura que esta en la cabeza del simio entrenado no puede con la razón porque no la manejaría de la forma incorrecta (si, dije incorrecta) y se que los pensamientos de la tarde de un domingo son solo sandeces escritas en una hoja de papel sin dueño. Solo espero guardar la cerveza y tomarla cuando la canción adecuada este presente, solo quiero la música de algo que no sea este lugar, solo unas cuantas notas que alivien el nudo de la espalda. Necesito perder una cuantas neuronas o distraerlas, solo perder la noción de lo que pasa y concentrarme solo en la lluvia.

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